EL ORIGEN Y LA CASUALIDAD DEL BRANDY DE JEREZ

EL ORIGEN Y LA CASUALIDAD DEL BRANDY DE JEREZ; OTRA FUENTE DE RIQUEZA 



En España se entiende por brandy, dice Manuel M. González Gordon en su obra "Jerez Xerez Sheris", el producto de la destilación del vino, de modo que contenga diversas sustancias volátiles que constituyen gran parte del aroma de aquel y conservado o envejecido, por más o menos tiempo, en pipas de madera de roble".

Autoridades francesas en la materia. Francia es el país originario del Cognac, como Jerez lo es del Sherry, han alabado y elogiado, y no pocas veces, el exquisito bouquet logrado por los brandies jerezanos, que, si no llegan a ser lo que son los cognacs franceses, tienen un estilo propio e inimitable. Es así, en honor a la verdad, por que Jerez no pretendió jamas hacer imitación del Cognac francés. El Brandy jerezano obra puramente casual.

Transcurría el año 1842, cuando a las manos de don Pedro llegó la dirección de uno de los más importantes negocios vinateros jerezanos. La casa llevaba más de un siglo de existencia y un Rey, Don Fernando VII, hizo de ella los elogios con ocasión de su visita en 1823. La bodega de "El Molino", ya existente en 1730, atesoraba vinos viejísimos, y por entre sus numerosas andanas, paseaba constantemente y dirigía la marcha del negocio don Pedro, joven de aspecto distinguido, cultisímo, con noble porte de todo un caballero, a pesar entonces de sus dieciocho años.



                                                                                       Rincón de la bodega "El Molino", donde se descubrió el Brandy




El negocio, si floreciente hasta entonces, toma con el juvenil entusiasmo de don Pedro nuevos rumbos y amplios horizontes. Se adquiere terrenos y viñas, se construyen nuevas bodegas, y surge, como por ensalmo, un nuevo producto que haría revolucionar el negocio vinatero de Jerez; el Brandy.

Desde el siglo XVII, los vinateros jerezanos surtían a los holandeses de aguardientes de vino para su industria licorera. Aquellas "holandas", eran de baja graduación. Pero en 1850, aún don Pedro permanecía soltero, a pesar de las numerosas candidatas que se le ponían por delante, un comerciante de Amsterdan, encargó a la casa Domecq, cierta respetable cantidad de "holandas"de caracteristicas muy distintas a las normales.



                                                                                                     Pedro Domecq Loustau, creador del Brandy




Don Pedro, entusiasmado con aquel pedido, puso en marcha nuevos sistemas de eleboración para servir lo solicitado con garantía. Como era de suponer, aquellas "holandas" especiales y tan costosamente elaboradas tenían que ser adquiridas a un precio superior a las normales, lo que no fue de la aceptación del comerciante holandés, que hizo dejación del pedido.

Esta contrariedad comercial no influyó demasiado en el ánimo del dinámico director del negocio y determinó que aquellas quinientas botas de aguardiente de vino quedasen en sus bodegas.

Don Pedro, nunca dijo nada a nadie, pasaba a menudo ante aquellas botas con una idea en la cabeza, no muy fija ni determinada. Consideraba, eso sí, la enorme inversión realizada: mostos sanos logrados de setecientas escogidas aranzadas de viñedos, acabados sistemas de destilación, selección escrupulosa en la madera en los envases, en una palabra, un capital importante desembolsado para servir, a conciencia, un pedido de envergadura.


Al cabo del tiempo, años, don Pedro Domecq, veneneció una de aquellas botas y descubrió que las "holandas"habían alcanzado en su envejecimiento un aroma, un bouquet y estilo extraordinario.

Surgió el BRANDY, que se lanzó al mercado en 1874. Hoy es famoso en el mundo entero, nuestro Brandy, constituyó para Jerez una gran fuente de riqueza.

Estos datos estadísticos facilitados por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen, nos muestra el consumo en alza de nuestros brandies hasta 1966.




 R. de M.

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